Random: Mi experiencia aprendiendo japonés

¡Hola a todos, lectores!

¿Cómo están? Espero que muy bien. Les escribo desde mi cama, con mi gata encima, pero bueno, vieron como son los gatos 😌 Esta semana fue bastante buena, por fin (¡por fin!) salió el primer capítulo de la nueva temporada de Game Of Thrones, se viene una linda salida por el día del amigo, y nos queda bastante para disfrutar para los que estamos de vacaciones. 

En fin, el motivo de esta entrada (super random, estaba media oxidada esa sección), es siempre conocernos un poco más, sin importar que nos atraviese una pantalla, me encanta que sepan sobre mí, porque es lindo estar conectado con aquel que leo. Y luego de estas palabras dramáticas y cursis, les quiero contar un poco con algo que estoy completando una gran meta en mi vida, que es aprender el idioma japonés.

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Siempre me llamó muchísimo la atención la cultura japonesa, desde chiquita. arrastré a mi familia muchas veces para aquellos lados, con películas, series, canciones, y mi innegable obsesión con los objetos de decoración. 

Más allá de esto, de tantas películas (sobre todo de animación) que veía, alguna que otra palabra me quedaba. Y bueno, una cosa lleva a la otra. 

Empecé hace un poco menos de tres meses, y la verdad es que me tiene super emocionada. Porque aprender algo por gusto es increíble, emocionante y divertido. Tengo la suerte de tener amigas que también están aprendiendo y podemos intercambiar contenido. No estoy yendo a ningún lugar, pero no descarto ir a aprender con un profesor. Aprender por cuenta propia también es una experiencia muy buena y que me encanta.

El idioma japonés es increíblemente complejo, y me parece precioso. La forma de escritura es impresionante. Lo que más me sorprende es que, al principio, toda la bajada de la primera información puede intimidar un poco, pero es un idioma apasionante y de a poco, le agarrás la mano. Aún no aprendí mucho vocabulario, porque lo esencial es aprender, en primer lugar, el silabario (que lleva su tiempo de práctica para aprender a escribirlo y recordarlo); también cuenta con diferenciaciones según el género, expresiones formales e informales y demás modismos, pero es todo cuestión de investigar e ir anotando.

¿Cuesta? Y sí, todo cuesta, pero con ganas y voluntad se puede. Toma tiempo cada tema, pero es algo tan... no lo sé, divertido, sorprendente, diferente. A mi me llama poderosamente la atención, y creo que por eso es que disfruto tanto los momentos en que aprendo (aunque más de una vez mi cara de desconcierto sea digna de grabar). 

Espero pronto poder mostrarles mis progresos y cosas nuevas que aprendí, así como también recomendarles sitios para aprender y demás.

Y ustedes, ¿están aprendiendo algún idioma? ¿Les interesa el japonés?

¡Nos estamos leyendo!